En el mes de octubre se inicia la temporada de la alubia de Gernika, una leguminosa que cuenta con una gran tradición y renombre en Bizkaia. Se trata de una de las tres variedades del País Vasco que gozan del distintivo Euskal Babarrunak.
Esta variedad tipo “gernikesa” se cultiva artesanalmente en las comarcas vizcaínas de Mungia, Busturialdea y Lea Artibai.
El microclima de estas tierras, con humedad y temperaturas suaves, hacen de estas alubias algo singular. Se siembran en mayo y la recolección se inicia en octubre, caracterizándose por tener un color granate con pintas rosáceas, forma ovalada y alargada y un sabor suave. En los meses de otoño es protagonista en las ferias locales, como el Último Lunes de Gernika. Tras una reducción progresiva de la superficie cultivada de esta legumbre en los últimos años, hoy en día se ha recuperado bastante.
Gastronomía
La alubia se cultiva en las huertas de los caseríos desde hace 300 años, asociada a otros cultivos como el maíz. Aunque tiene similitudes con la alubia de Tolosa, ésta es de un color menos oscuro, una piel algo más gruesa y el caldo algo menos espeso cuando se cocinan.
Tras dejarlas a remojo el día anterior, las alubias de Gernika se cuecen a fuego lento y continuo. A diferencia de las de Tolosa, que se cocinan sólo con aceite y sal, a las de Gernika se les añade verdura.
Beneficios
La alubia es un alimento energético, con muchas proteínas e hidratos de carbono y prácticamente sin grasa. Además, son ricas en vitaminas, y minerales, tales como potasio, magnesio y calcio y más fibra que la fruta. Las Alubias de Gernika son rojas y generan una fino caldo rojo claro tras su cocción. Es una plato típico de Euskadi que se empezaba a consumir coincidiendo con la matanza del cerdo y la recolección de las alubias. Habitualmente es un plato único que integra chorizo, morcilla, tocino y costilla. En algunas zonas también va acompañado por guindillas verdes.