Se trata de un terciopelo enfocado a decoración, por lo que tiene cierto cuerpo y resistencia, aunque no rigidez. La superficie no presenta brillo, como es habitual en el terciopelo, sino que tiene un acabado más bien mate.
Este terciopelo es perfecto para elementos decorativos como cortinas, cojines o cabeceros de cama. Resulta especialmente bonito para bolsos, mochilas o riñoneras. Incluso para prendas de vestir, la calidad del tejido es perfecta para chaquetas, abrigos, faldas, pichis o shorts.